SALTITOS: ¡Poesía para todos!

Que la poesía sea para todos, es decir, para hijos, papás, mamás, abuelos, primos, tíos, profes, amigos, etc, no es difícil. Es sólo cuestión de hacer lo que queramos con ella: leerla, escucharla, contarla, cantarla, regalarla, borrarla, rehacerla, desmenuzarla o llenarla de gestos y movimientos para guardarla en algún pliegue de nuestro cuerpo.

Si nos convertimos en grandes escritores, ¡Fantástico!, y si decidimos, por casualidad, sólo llenarnos de palabras bellas para soñar, será ¡MÁS QUE SUFICIENTE!

A mi, por ejemplo, me gusta jugar con Rinita Rinota, escribir, aprender y saltar con ella. También conozco otros amigos muy pequeños que todavía no saben escribir pero en la escuela hacen sus propios libros de poesías con ceras de colores, se disfrazan y aunque hablan español, a su público le leen en un inglés que nadie entiende pero que a todos deja sorprendidos. 

Sí, esa es la magia de la poesía, que aunque se nos olvide dónde poner las tildes, comas, puntos o rimas, siempre nos dejará un dulce sabor en la boca para soñar y pensar.

SALTITOS

Un saltito aquí, un saltito allá

Rinita Rinota juega en su platanar,

Pasea y se adentra cual estrella fugaz

En el bosque denso y su cavidad.

Rinita viene, Rinita va

Descubre un acierto y vuelve a empezar

O tal vez sigue la secuencia del mar

Que atrapa en sus olas el secreto de un Coral.

En las hojas que cuelgan

Y las flores que dan

Rinita se envuelve para su aroma captar,

Pues con su sonido fuerte y su piel de cristal

Necesita el olor de ese dulce manjar.

Feliz es la tierra y aquel aviador

Que desde los dos puntos miran su verdor

Así, Rinita aprende saltando en dos pies

Que desde los extremos la pueden ver.

Ella escala montañas, se esconde en cuevas

Descubriendo la sombra y la naturaleza,

Entonces disfruta de aquellos saltitos

Que de largo en largo la llevan al infinito.